- Una acción hidratante, incluso si es para pieles grasas. De esta forma, limitan la pérdida de agua transepidérmica.
- Textura fundente. Es importante que sea ligera y se deslice con facilidad y suavidad sobre la piel, para que garantice una aspecto natural y no se noten líneas de demarcación.
- Tonos naturales, que se fundan con el cutis para darle un aspecto natural.
- Acción tratante, en función del tipo de piel. Así, conviene que sea matificante para pieles grasas; equilibrante para cutis mixtos o hidratante para pieles secas o maduras.
viernes, 16 de septiembre de 2011
¿Qué le debo pedir a mi base de maquillaje?
Hay mil opciones en el mercado, y precisamente por eso, no siempre es fácil elegir la opción de base de maquillaje más acertada. Independientemente de modas, épocas del año y de preferencias personales, tal vez te ayuden a decidirte estos cuatro consejos sobre qué le debes pedir.
Descubre tres buenos aliados de tu piel
La hidratación, el sueño reparador y la tranquilidad te ayudan a lucir un cutis en plena forma
Seguro que cada tipo de piel agradece más unos u otros mimos, pero lo cierto es que hay tres buenos aliados de la juventud de tu piel. ¿Los conoces?El descanso. No hace falta explicarle a nadie los efectos adversos de la falta de sueño. Cansancio, mal aspecto, dificultad de concentración, falta de reflejos… ¿Sabías que, además, dormir mal envejece? El organismo necesita recuperarse del esfuerzo diario, y lo hace durante el sueño. Si le escatimamos tiempo de reposo, lo refleja, entre otras manifestaciones, con una aceleración del envejecimiento que no sólo se percibe a la mañana siguiente, sino también al cabo de los años. Está claro que no pasa nada por pasar alguna que otra noche corta, pero si, día tras día, le ganas horas a tu jornada a base de robárselas al descanso, puedes contar con varias arrugas de más en el futuro cercano.
La tranquilidad. Seguro que has notado que cuando estamos bajo tensión contraemos los rasgos: fruncimos el entrecejo, la boca se curva hacia abajo, entrecerramos los ojos... De por sí, eso ya basta para causar arrugas poco agradables, pero quizás desconozcas que el estrés también se traduce en una mala oxigenación de la piel, una mayor irritabilidad y una pérdida de tono que, cuando se hace crónica, sólo sirve para ponernos años. Recuerda que el estrés no viene causado por situaciones complejas, sino por nuestra respuesta ante las mismas. Por eso, cuando te veas desbordada por las circunstancias, date un respiro. Recuerda que no sólo estarás haciendo el bien a tu estado anímico, sino también a tu piel. Y es que la cara es el espejo del alma.
La hidratación. La piel es un órgano vivo y permeable. Cuando se encuentra en un ambiente seco, pierde humedad, lo que la deja más frágil y desprotegida. Las cremas hidratantes impiden que su agua se escape incorporando agentes que le aportan esa humedad y, además, creando una barrera protectora que, como un escudo, la aísla de ese medio ambiente agresivo. Esta es la razón de que una buena hidratante sea el mejor aliado de tu piel, puesto que la viste y cubre de la misma forma que la ropa le protege del frío, especialmente en climas muy secos o en cutis sensibles, que necesitan cuidados extra.
Cinco falsos mitos sobre la hidratación de tu piel
La hidratación es fundamental para mantener tu piel radiante, pero ¿lo sabes todo sobre tu crema hidratante? A veces nos dejamos guiar demasiado por consejos que en realidad son poco prácticos y no del todo ciertos. Estos son cinco de ellos.
1. Adiós arrugas. Hay quienes piensan que usar una crema hidratante ayuda a borrar las arrugas. No es cierto. Pero, eso sí, si las usas desde joven y con regularidad, sí que ayudarás a retrasar su aparición y a que el cutis se vea más fresco, lo que las hace menos visibles.
2. En gran cantidad. ¿Cuanta más crema se use, mejor? En absoluto. Basta con poco producto para suavizar la piel. Para asegurar una mejor aplicación, calienta antes la hidratante entre las manos.
3. Fiel a tu crema ¿siempre? Al igual que variamos el guardarropa según la estación, hace falta adaptar el tratamiento facial a cada momento. En invierno hacen faltan productos más untuosos, mientras que el calor del verano pide texturas más ligeras y suaves. En periodos de estrés no conviene recurrir a las fórmulas muy cremosas, ya que aumenta la producción natural de sebo, mientras que ciertos tratamientos médicos exigen productos muy emolientes. Es fundamental escuchar a la piel para darle siempre sólo aquello que necesita en el momento justo.
4. Por todo el rostro. No hay que extender la crema por todo el área del rostro. Las pieles grasas, normales y mixtas harán bien en olvidarse de aplicarla por la zona T (frente, nariz y barbilla), mucho más grasa que las mejillas.
5. La piel grasa no necesita hidratantes. Depende. La mayor producción de sebo de estos cutis hace que su manto hidrolipídico sea más eficaz a la hora de frenar la deshidratación, pero esto no significa que siempre sea suficiente. Hay muchas mujeres (especialmente, las más jóvenes), que pueden prescindir de la hidratante pero que finalmente requieren ayuda extra a medida que cumplen años o que las condiciones externas son más agresivas (ambiente muy seco, aire acondicionado, viento frío). La clave es optar siempre por fórmulas oil free o libres de aceites, texturas que aportan agua, pero no grasa, a menudo completadas con activos matificantes que ayudan a controlar el brillo.
1. Adiós arrugas. Hay quienes piensan que usar una crema hidratante ayuda a borrar las arrugas. No es cierto. Pero, eso sí, si las usas desde joven y con regularidad, sí que ayudarás a retrasar su aparición y a que el cutis se vea más fresco, lo que las hace menos visibles.
2. En gran cantidad. ¿Cuanta más crema se use, mejor? En absoluto. Basta con poco producto para suavizar la piel. Para asegurar una mejor aplicación, calienta antes la hidratante entre las manos.
3. Fiel a tu crema ¿siempre? Al igual que variamos el guardarropa según la estación, hace falta adaptar el tratamiento facial a cada momento. En invierno hacen faltan productos más untuosos, mientras que el calor del verano pide texturas más ligeras y suaves. En periodos de estrés no conviene recurrir a las fórmulas muy cremosas, ya que aumenta la producción natural de sebo, mientras que ciertos tratamientos médicos exigen productos muy emolientes. Es fundamental escuchar a la piel para darle siempre sólo aquello que necesita en el momento justo.
4. Por todo el rostro. No hay que extender la crema por todo el área del rostro. Las pieles grasas, normales y mixtas harán bien en olvidarse de aplicarla por la zona T (frente, nariz y barbilla), mucho más grasa que las mejillas.
5. La piel grasa no necesita hidratantes. Depende. La mayor producción de sebo de estos cutis hace que su manto hidrolipídico sea más eficaz a la hora de frenar la deshidratación, pero esto no significa que siempre sea suficiente. Hay muchas mujeres (especialmente, las más jóvenes), que pueden prescindir de la hidratante pero que finalmente requieren ayuda extra a medida que cumplen años o que las condiciones externas son más agresivas (ambiente muy seco, aire acondicionado, viento frío). La clave es optar siempre por fórmulas oil free o libres de aceites, texturas que aportan agua, pero no grasa, a menudo completadas con activos matificantes que ayudan a controlar el brillo.
Propiedades, reglas de uso... todas las claves para sacar partido al sérum
Los expertos de Vichy nos resumen las claves sobre este producto
Tal vez por desconocimiento, o porque eres fiel a tu crema hidratante de siempre, aún no te has animado a probar este producto, una auténtica joya para tu piel. Sin embargo, es un producto que cada vez tiene más demanda. ¿Las razones? Desde los laboratorios Vichy nos resumen las claves sobre los sérum, para que descubras todos sus secretos.1. ¿Qué es? El sérum es un producto que se define por su rápida absorción, por penetrar hasta las capas más profundas de la piel, poseer un acabado no graso y una fórmula con activos a muy alta concentración.
2. ¿Cuáles son sus activos? Debido a la alta concentración de activos que incluyen estos productos, a menudo se presentan dificultades a la hora de formular; por ello, deben incluir pocos activos pero a muy alta concentración, para hablar de eficacia.
3. Sobre su textura... es fundamental que la textura sérum esté libre de aceites para poder penetrar hasta las capas más profundas y dejar un acabado no graso, que permita la posterior aplicación de una crema de tratamiento.
4. ¿Más eficaz que la crema? El sérum presenta un valor añadido fundamental: sus activos se encuentran a muy alta concentración, lo que nos permite obtener resultados más visibles y en menos tiempo.
5. ¿Puede irritar la piel? Existe un problema asociado a la alta concentración de activos y es que, en ocasiones, puede causar irritación en pieles sensibles. Sin embargo, existen productos como Liftactiv Serum 10, adaptados a este tipo de pieles.
6. Experiencia placentera. Es muy importante que aunque su textura sea oil-free no deje la piel tirante, sino con un efecto terciopelo, como una segunda piel.
7. Cómo usarlo. Un sérum debe aplicarse sobre una piel limpia, para optimizar la penetración de sus activos, solo o como complemento del tratamiento diario.
8. El masaje, buen aliado en la aplicación. El Instituto Vichy, especialista en gestuales de aplicación de tratamientos faciales, ha desarrollado un gestual efecto lifting para potenciar los efectos antiedad del propio sérum. Éste consiste en aplicar una gota de producto y distribuir con ambas manos desde dentro hacia fuera del rostro, con movimientos largos y ligeramente ascendentes.
9. ¿Desde qué edad? El sérum no sólo es adecuado para las pieles maduras. Existen diferentes tipos para diferentes problemáticas: antioxidante, hidratante, nutritivo, energizarte, etc. Podemos utilizar el sérum a cualquier edad.
10. ¿Es caro? Debemos tener en cuenta que un sérum puede incorporar hasta el doble de activos que una crema, por lo que obtenemos mejores resultados en menor tiempo. De ahí que su precio sea a veces más elevado que una crema.
DIOR...
Dior. Puesta en escena teatral, con un maquillaje lleno de fantasía, en el que se vieron labios en tonos intensos -rojos, vino- frente a otros más delicados, lentejuelas, strass y brillo en los ojos, pestañas XXL... Las melenas, sueltas, con mucho volumen.
sábado, 10 de septiembre de 2011
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